Una de las posibles podría estar ligada al hecho que el excremento le huele a comida.
El mundo animal es todo un misterio. Existen miles de comportamientos que aún no son del todo entendibles para la raza humana y uno de ellos es la coprofagia o ingestión voluntaria de heces.
Sí, los perros pueden comer su propio excremento por diversas razones. La médica veterinaria, Daniela Peñaranda lo explica en su canal de YouTube ‘Vida de Pelos’, como “un comportamiento que no tiene una explicación científicamente comprobada. El perro puede comer su propia materia fecal, la de otros perros o la de otra especie, como el gato”.
Una de las posibles causas por las que los perros comen sus propias heces, puede estar ligada al hecho que el excremento le huele a comida, es decir, otro perro defecó en algún sitio, algunos de los alimentos consumidos no fueron correctamente digeridos y de ahí pasaron a la materia fecal, atrayendo a otros animales a que coman de dichas heces.
Otra causa es que las hembras lamen a sus cachorros con el fin de estimular la defecación, además de mantener la zona higiénica. Este comportamiento es heredado de las lobas, las cuales se comen las heces de sus cachorros para evitar que atraigan a depredadores.
Lo anterior provoca que los cachorros por curiosidad o imitación empiecen a comer sus propios excrementos.
También lo pueden hacer para atraer la atención de su dueño o para ayudarlo a limpiar, es decir, cuando los perros ven que sus amos recogen sus heces, ellos empiezan a comerselas como una forma de ayudarlos a limpiar.
Sea cual sea la razón por la que su perro está comiendo sus propias heces o las de otros animales, hay que llevarlo al veterinario, puesto que podría contraer enfermedades como la hepatitis, la cual se transmite por materia fecal con la que pudo haber tenido contacto de un animal infectado. Además, que la situación tampoco es muy agradable.
Pasea y ejercita a tu perro con regularidad
Una de las causas de que un perro coma excrementos puede ser el aburrimiento y la falta de estímulos mentales. Por eso, es importante que cada día dediques tiempo suficiente a pasear a tu perro, ejercitarlo y jugar con él.
También puedes darle mordedores naturales cuando se encuentre solo en casa, para que se entretenga y se relaje.
Una alimentación natural y fresca puede ayudar
Si algunos casos de coprofagia canina pueden estar relacionados con una dieta pobre, es evidente que cambiar la alimentación de tu perro para incluir alimentos frescos, variados y no procesados tendrá un impacto positivo en su salud, y disminuirá su problema.
Da a tu perro el mejor pienso (o balanceado) que puedas permitirte, pero también ofrécele diariamente alimentos naturales como el pollo, pavo, huevos, aceite de oliva, hígado, fruta como las manzanas, verduras como las zanahorias, ó yogur natural, etc. Puedes también añadir un par de veces por semana, pequeñas cantidades de alimentos naturales muy ricos en vitaminas, como la levadura de cerveza.
¿Por qué mi perro se come sus heces o las de otro perro?
Hay varias razones por las que tu cachorro busca sus cacas o las ajenas y se las come, sobre todo cuando son pequeños. Antes de adoptar a tu perrito, lo más frecuente es que haya pasado una temporada al lado de su madre y de sus hermanos. Las mamás de los peludos solo tienen un deseo para sus hijos: que vivan en un lugar limpio y sin suciedad, por eso es muy común que ellas se las coman para conseguirlo y los cachorros aprendan así este hábito.
Existen otros motivos asociados a su alimentación. Los cachorros son exploradores por naturaleza, tienen la necesidad de olisquear y olfatear todo lo que está en su alcance para conocer el mundo que les rodea. En ocasiones, llegan a una caca suya o de otro perro y esta les huele a comida o les traslada otro aroma sugerente.
Seguro que ahora estás haciendo una mueca, sin poder creerte cómo es posible que una caca les huela bien. La explicación a esto es sencilla: el olfato de un perro es de una sensibilidad tal que les permite distinguir restos de comida en ellas, sintiéndose atraídos comiéndolas.
Además de estas dos razones hay otra más: ansiedad. Tanto los cachorros como los perros adultos son seres tremendamente emocionales. Si no les prestas atención, si sufren o si padecen estrés, la ansiedad puede acabar manifestándose comiéndose las cacas que ven a su alrededor. Este caso es poco común, pero suele darse en aquellos perros que son regañados severamente por llevarse a la boca lo que no deben y que, de repente, ven como sus cuidadores dejan de prestarle atención.
¿Cómo evito que mi perro se coma sus heces?
Ahora que conoces los motivos, es hora de ponerte manos a la obra. Para que tu cachorro deje de engullir excrementos tienes que cuidar su alimentación, su educación y la manera que tienes de tratarle y de jugar con él.
Existe una poderosa relación entre los cachorros que no tienen una dieta rica y variada con la ingesta de heces cuando están explorando. Si solo le das de comer a tu peludo el mismo pienso aburrido de súper día tras día, no tardará en tener la necesidad de probar sabores nuevos, aunque estos se encuentren en el interior de una boñiga.
La solución, por lo tanto, es comprar pienso de calidad y alternarlo con latas de comida húmeda e incluso recetas cocinadas por ti. Si le gusta lo que tiene en casa no necesitará probar nada raro fuera. Recuerda que esta es también la clave para evitar la obesidad canina.
En cuanto a la herencia que le ha dejado su madre, intenta no regañarle mucho porque lleve a cabo este hábito malsano. Piensa que lo hace porque lo aprendió de quien más quiere, para él es difícil comprender que está haciendo algo mal. En lugar de esto, ten siempre limpio su entorno y recoge cualquier caca que eche antes de que se pueda plantear comerla. Combina esto con una dieta sana y rica y dejará de hacerlo paulatinamente.
Para evitar que tenga este comportamiento por culpa del estrés, la ansiedad o la sensación de abandono, acostúmbrate a jugar más con él, a pasear a su lado más habitualmente y a comprender que puede que lo esté haciendo para llamar tu atención, así que préstale más. La responsabilidad de adoptar a un cachorro va más allá de alimentarlo y de sacarlo al parque para que haga sus necesidades, tiene que sentirse querido.
¿Cuándo sí debo preocuparme de que mi cachorro coma cacas?
Cuando lo lleves por la calle ve siempre muy pendiente de él. Si descubres que se ha llevado un excremento a la boca, examínalo y comprueba su color y si tiene gusanos o unas manchas con forma de granos de arroz. En caso afirmativo, deja una consulta a nuestros veterinarios online.No está de más que saques una foto a la hez para poder tener más datos para el diagnóstico. Si tras comer sus heces empieza a vomitar y sigue haciéndolo pasadas unas horas, avísanos también, pues puede que esté sufriendo un problema gástrico.
Si pese a seguir estas indicaciones sigue engullendo sus deposiciones, ponte en contacto con nosotros diciéndonos su edad, raza y tiempo que lleva haciéndolo. Nuestros expertos en comportamiento canino te atenderán y te darán respuesta.