Aquí tienes una guía que te enseñará paso a paso cómo cuidar de tu nuevo cachorro Bulldog Inglés. Traer un cachorro a casa es un momento memorable para ti y tu familia, pero tu cachorro puede estar un poco confundido por todos los cambios en su vida.
Aquí, entonces, hay una serie de instrucciones a seguir para asegurar que la transición vaya suavemente como el aceite!
Necesitará una cama cómoda. Una jaula de metal es ideal, será mucho más fácil de manejar para ti. Compae un tamaño lo suficientemente grande como para acomodarlo incluso cuando crezca, de modo que no tenga que comprar otro.
Cubre el centro de la jaula con una cubierta para darle una sensación de “hogar”. No gastes demasiado en una cama que lo más probable es que roa. Coloca una funda en la jaula con la que pueda calentarse en los días más fríos.
La cama debe estar en una zona relajada y tranquila para que pueda dormir sin ser molestada cuando quiera. La solución ideal está en un rincón de la cocina o del salón.
Debe tener sus tazones para la gelatina y el agua. Los cuencos deben colocarse de tal manera que puedan comer y beber sin que sus oídos toquen el contenido del cuenco. Ten una escolta de comida en casa lista para su llegada.
Pregúntale al criador qué está acostumbrado a comer. Es mejor mantener la misma dieta, al menos por unos días. A todos los cachorros les gusta roer y morder aquí y allá. Este es un comportamiento normal, ya que ayuda a poner los dientes.
Dale a tu cachorro juguetes que puedan morder sin problemas.
Los juguetes no deben tener demasiados adornos, pero lo importante es que te asegures de que no son tóxicos y lo suficientemente grandes como para que no haya riesgo de asfixia.
Objetos tan pequeños que pueden ser tragados podrían atascarse en la garganta, estómago o intestino del perro y tener consecuencias fatales.
A pesar de que no será posible llevar a tu cachorro a dar un paseo al menos hasta que haya hecho todas las vacunas, tráele un collar y una correa.
El collar debe ser blando y del tamaño correcto.
Durante los primeros días sólo tendrás que llevarlo puesto durante períodos cortos de tiempo cuando tengas el control. No debe ser demasiado estrecha, ya que puede resultar incómoda para el cachorro, pero no debe ser demasiado grande. Considere comprar un collar de liberación rápida.
Revise el cuello diariamente y ensanche a medida que crece. No compre un collar de cadena, ya que podría causar daños irreparables en el cuello del perro. También necesitarás un cepillo. Pídele al criador que te muestre cómo electrocutar a tu cachorro de la manera correcta y que te aconseje sobre qué otras herramientas comprar.
Por último, asegúrate de tener siempre a mano el nombre y la dirección del veterinario. Si no tiene veterinario, pídele consejo a un amigo o criador. Mientras sea pequeño, mantén alejado del alcance de tu cachorro todo lo que pueda ser peligroso para él.
Podría morder incluso algunos cables eléctricos. Compruebe también su patio trasero y asegúrese de que la cerca es segura y que no hay agujeros a través de los cuales su perro pueda escapar.
Comprueba que la puerta se cierre bien y que tu cachorro no pueda atravesarla. Cubra también piscinas y estanques. Llegando a casa es mejor adoptar a tu cachorro cuando tengas tiempo y compañía para dedicarle. Necesita mucha atención para acostumbrarse a su nuevo hogar.
Si lo llevas a casa por la mañana, debe haber tenido tiempo para acostumbrarse, comer, jugar y cansarse antes de irse a dormir. Cuando llegue tu cachorro, haz que huela toda la casa y asegúrate de que se siente cómodo con el entorno.
Alimentación
El bulldog, al igual que todos los canes, es un animal carnívoro de modo que tiene que comer sobretodo carne. La cuestión es, ¿de qué forma? Debido a su cara achatada y a su tendencia a tener problemas estomacales es muy importante que se le dé porciones pequeñas de comida para evitar que su salud se debilite, por lo que para que se sacie más con menos se le debe de dar un pienso que no tenga cereales ni subproductos, o bien comida aún más natural como lo es la Dieta Yum, Summum o similares.
Al tener la cara chata el bulldog es un perro que suele tener problemas para respirar, de modo que a veces puede requerir cirugía bien para abrirle las fosas nasales o para corregir cualquier problema que pueda surgir en su garganta. Por ello, los paseos diarios tienen que ser cortos, de no más de 20 minutos y siempre a paso normal (no rápido).
Se puede bañar una vez al mes con un champú especial para perros. Los pliegues sin embargo se tienen que limpiar a diario con toallitas húmedas para animales domésticos. Además, hay que cepillarlo al menos 2 o 3 veces por semana.
Los ojos se han de limpiar regularmente con una gasa limpia (usando una para cada ojo) humedecida en infusión de manzanilla.
Al tener las orejas colgantes se suele acumular mucha suciedad en ellas. Por ello, se deben de limpiar (sin profundizar, sólo el pabellón auditivo) tres veces por semana con una gasa limpia humedecida en agua templada o con un colirio especial recomendado por el veterinario.
Todo lo que deberías saber sobre el Bull Dog Francés
Este can es único e inimitable. Las orejotas grandotas de los que también se denominan “frenchies” son uno de sus símbolos de distinción y allí por donde pasa va dejando un reguero de amigos. Gracioso, efusivo y vital, despierta el cariño de todos sus conocidos. Juguetón hasta decir basta, pasar buenos ratos es una de sus principales aficiones.
Todo ternura, participará feliz en aquellas bufonadas de las que quieras hacerle partícipe. No en vano, lucen como nadie el tradicional collar que desde finales del siglo XIX ha venido formando parte de su vestimenta.
Este moloso de pequeña talla tiene sus inicios en Inglaterra junto a su más directo pariente, el bulldog inglés. Lo más posible es que esta raza surja como consecuencia de los distintos cruces entre toy bulldogs llegados de Gran Bretaña y perros de la localidad que nada tiene que envidiar a otras razas de perros medianos de pelo corto.
Descendiente de los dogos franceses y del pesado bull dog inglés, es el fruto de los múltiples cruces que algunos criadores parisinos llevaron a cabo con el claro objetivo de lograr una raza atlética y ágil que pudiera combatir en las peleas de perros.
En sus inicios, fue un perro de trabajadores, sobre todo de cocheros y carniceros, para pasar más tarde a círculos más selectos, destacando en la alta sociedad y en el mundo de las artes, lo que es debido a su particular carácter y a su original aspecto.
A finales del siglo XIX la raza gozaba de la suficiente popularidad en Francia para ser nuevamente exportada a Inglaterra, convirtiéndose Mr. George Krehl en un acérrimo defensor de la misma e importando a Inglaterra los que pasaron a denominarse “perros con orejas de murciélago”. En esa época fue redactado por parte de los franceses el primer estándar para el bull dog francés, muy similar al actual.
Una vez que los estadounidenses pudientes conocieron este perro en los bulevares de la capital francesa, no se resistieron a importarlo a su país y en 1890 había ya un grupo de aficionados estadounidenses dedicados a su cría que mantenían constantes su tipo y su talla.
En 1896 la raza se presentó en el certamen canino de belleza que promovía el Westminster Kennel Club, donde la disparidad de criterios respecto a la decisión de los jueces dio lugar a la fundación del French Bulldog Club of America.
La raza se aceptó por el American Kennel Club en 1898, celebrándose la primera exposición autorizada por el mismo en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, lo que constituyó todo un acontecimiento social vitoreado por los medios de comunicación.
Características y rasgos físicos
El bulldog francés cuenta con una talla pequeña, pero debido a su potente musculatura y a lo compacto de su distribución corporal alcanza un peso que oscila entre los 11 y los 14 kilos. En cuanto a su altura a la cruz, la misma alcanza unos 30 centímetros…
Esa raza braquicéfala (de hocico y cara cortos), está incluida en el grupo en el que también se encuentran el pug, el boxer y el boston terrier. Susorificios nasales son demasiado pequeños y su paladar es algo largo. El hecho de que los perros prefieran respirar por la trufa se ve dificultado en estas razas de pequeñas narices.
Como curiosidad diremos que todas las razas braquicéfalas, cuyas aperturas nasales son estrechas, son muy vulnerables al frío y al calor. Por ello es importante tener en cuenta que el bull dog francés no debería realizar demasiado ejercicio en verano y, ni mucho menos debe quedar en el interior de un coche que esté aparcado en el sol. Tampoco son convenientes los paseos al aire libre cuando el frío arrecia.
Su musculatura y la forma de su cuerpo lo hace una raza de fuerte complexión, lo que se debe a la elevación de su lomo en relación con su cola, a lo que hay que añadir que posee una ancha espalda, si se la compara con el resto del cuerpo.
Otra de sus peculiaridades es que sus patas traseras son algo más cortas que las delanteras. Su cola es corta y se enrosca de un modo natural de acuerdo a los estándares que se determinan para esta raza.
Su mirada es muy expresiva y sus ojos, redondos y grandes, sobresalen una pizca. En cuanto a su movimiento, puede calificarse de desenvuelto, con extremidades que se desplazan en paralelo al plano medio del cuerpo.
Color y capa
Existen 3 variedades de bull dog francés: el atigrado (bringé o brindle), el arena (fawn) y el blanco atigrado (caille o pied).
La variedad atigrada se trata de una mezcla de pelos decolorados y pelos negros. Se admite algo de blanco, en proporción pequeña, en cabeza y pecho. No son deseables los atigrados con bastante superficie blanca. La capa blanca-atigrada tiene las manchas atigradas y el fondo blanco.
Los perros blancos por completo se clasifican con esta capa. El contorno de los ojos y las pestañas han de ser negros y no deben presentar señal alguna de despigmentación en la cara. Son admitidas la totalidad de las tonalidades arenas, del rojo al café con leche.
Temperamento
Juguetón, afectuoso, vivaz, paciente y entusiasta son alguno de los adjetivos que mejor definen a esta mascota bonachona. Su temperamento se corresponde a la perfección con los perros de compañía. Amigables, dulces y sociables se convierten en los “reyes” de las familias que los adoptan tan pronto ponen una pata en su hogar.
Estos perfecto perro faldero suele desarrollar ansiedad por separación fácilmente si no considera cubiertas sus necesidades de compañía, lo que se traduce en que puede llegar a convertirse en un perrito destructor si se queda solo por espacios que considere prolongados.
Este perro tiene auténtica necesidad de compañía, circunstancia que ha de ser tenida en cuenta a la hora de su adopción, pues no es un perro para dejar “a su aire” en un patio o jardín.
Por este motivo se trata de una raza ideal para personas que dispongan de tiempo libre para dedicarle a sus mascotas, no estando recomendada para quienes permanecen poco tiempo en casa. También son unas estupendas mascotas para dueños primerizos, sin experiencia previa, dado su buen carácter y su falta de complicación.
Convenientemente socializados, son perros tan amigables con los conocidos como con los extraños, lo que los hace estupendas mascotas de compañía. Su adaptación a los espacios pequeños es perfecta, siempre que sus dueños tomen conciencia de la necesidad de que tenga cubiertas sus necesidades a nivel de ejercicio de forma cotidiana.
Se trata de una particular raza alegre y divertida y que siempre se encuentra pendiente de sus amos. Por hacerles felices son capaces de tolerar a la perfección cuantas monerías con ellos quieran efectuar a la par que les fotografían o todos aquellos juegos en los que quieran incluirlos. Por gustarles, les gustan hasta las gafas de sol de todos los colores y tamaños. Y, por si todo esto fuera poco, disfrutan hasta la extenuación mientras montan en carretillas, bicicletas, carritos y coches.
Acostarse al lado de su amo en el sofá mientras ven televisión es una de sus principales aficiones y, si en la casa hay otro bulldog que pueda completar el trío, aún mejor pues a estos fortachones amigos les fascina hacer cosas en pareja.
Este perro es fiel por naturaleza, de manera que te sorprenderá la forma en la que te lama la mano aunque la tengas vacías, o en la que moverá la cola a pesar de que le estés regañando.
Relación con otras mascotas
Su excepcional carácter le lleva a disfrutar mucho tanto con las personas como con el resto de animales, pero eso sí, su sentido de la lealtad le empujará a proteger a los niños de la familia si él considera que su seguridad puede verse comprometida, circunstancia en la que será determinante el nivel de socialización que el bull dog haya recibido desde pequeño.
Relación con los niños
El bull dog francés es una raza formidable con los niños y, en el caso de que vaya a llegar un bebé a la casa, deberás estar tranquilo porque es una raza cien por cien protectora. A los niños los aman y son muy delicados con ellos.
Esta mascota se mostrará encantadora con los más pequeños de la familia, haciendo amistad con ellos desde el mismo momento en el que se conocen y manteniendo una relación de amor incondicional y amistad.
Muchas familias eligen un frenchie como el compañero de aventuras de sus hijos, por tratarse de una raza con la que los niños aprenderán muchos valores que les llevarán a ser mejores personas, contribuyendo a un mejor comportamiento tanto con sus semejantes como con los animales. Hacerles desde pequeños responsables de sus mascotas es una buena idea a la hora de educarles.
Por otra parte, el bull dog francés cuenta a su favor con que siempre estará al lado de los niños, cuidándolos y protegiéndolos. Eso sí, en el caso de que vayáis a tener un bebé, lo lógico es repartir un poco las atenciones entre el recién nacido y la mascota, de forma que tu fiel amigo no se sienta totalmente desplazado.
ParГЎsitos externos
Todos los perros se ven expuestos a los parГЎsitos externos como pulgas, garrapatas o mosquitos cuando llega el verano y las altas temperaturas.
Estos se encuentran por las zonas verdes de hierba y prados y aprovechan la vulnerabilidad de nuestras mascotas.
Sin embargo, los bulldogs, especialmente los ingleses, tienen la piel extremadamente sensible, por lo que los efectos de los parГЎsitos pueden ser peores para ellos y su curaciГіn mГЎs lenta.
Es hora de adquirir pipetas y collares antiparasitarios. En el mercado existen multitud de tipos, pero si tienes dudas, tu veterinario te recomendarГЎ cuГЎl es el mejor segГєn las caracterГsticas de tu mascota.
Nuestro veterinario nos aconsejarГЎ cГіmo prevenir a nuestra mascota de los parГЎsitos.
HidrataciГіn continua: Mucha agua en casa y en la calle
Los perros de raza bulldog sufren dificultades para respirar si el ambiente estГЎ especialmente cargado o es demasiado caluroso. Su hidrataciГіn es esencial, tanto dentro como fuera de casa. Si tienes un bulldog no puedes olvidarte de sacar una botellita de agua para que beba y se refresque, o visitar con frecuencia las fuentes que te encuentren por el camino donde vayГЎis a andar.
TambiГ©n debes refrescar su piel ya que por su envergadura son animales que tienden a acumular grasa y pasar mГЎs calor que otras razas.
AdemГЎs, es muy probable que a tu perro le resulte divertido que le mojes, ВЎAprovecha para jugar con Г©l cuando toque refrescar la piel!
TambiГ©n existen unas botellas de agua especiales para perros, son muy prГЎcticas para que tu perro beba agua por la calle y puedes adquirirlas en tiendas especializadas en mascotas.
Nuestro perro debe tener siempre agua a su disposiciГіn.
Cuida su piel: Pueden quemarse
La piel de los bulldogs es muy sensible y fina y por sus pliegues es normal que sufran irritaciones. AdemГЎs debido a su pelaje corto y en muchas ocasiones su piel clara, es muy fГЎcil que si estГЎn expuestos durante mucho rato al sol puedan quemarse la piel.
Evita ir a pasear a espacios donde el sol vaya a darle de forma directa y continuada, camina por la sombra y aplica un protector solar especial para perros.
Si llevas a tu perro a la playa deberГЎs darle un chapuzГіn con agua dulce despuГ©s del baГ±o ya que el agua salada resecarГЎ su piel.
Debemos controlar que nuestro bulldog no se exponga al sol directamente.
No dejes que sus almohadillas se quemen
Recuerda, si el suelo quema para ti, tambiГ©n quema para tu perro. Si ves que hace muchГsimo calor y te imaginas que el suelo puede estar ardiendo no saques a tu mascota a pasear y espera a que caiga el sol para caminar con Г©l.
Las almohadillas de esta raza son especialmente sensibles y pueden hacerse heridas fГЎcilmente.
Si tienes dudas sobre si el suelo estГЎ muy caliente, baja a la calle y toca una baldosa por unos segundos, si tu mano no aguanta esa temperatura no saques a tu mascota aГєn.
Cuida las patitas de tu mascota y protГ©gelo del calor del asfalto.
Baño y secado
A la hora de bañar a tu perro, un aspecto primordial que has de tener en cuenta es el de que no sufra problemas de alergias cutáneas y en el caso de que así sea, tener la precaución de utilizar jabones especiales para pieles atópicas.
La envergadura del bull dog precisa de la búsqueda de un lugar bueno para bañarlo, donde él se encuentre cómodo y tú tengas espacio suficiente para desenvolverte. Utiliza agua tibia.
Debes saber que cuando estás bañando a tu frenchie, lo que haces es eliminar la grasa de su piel, cuya función es repeler cualquier intento de agresión, por lo que tu mascota olerá aun cuando esté recién bañada. Al tener el pelo raso, la del bull dog es una raza con un 30% más de grasa que el resto de los perros, razón por la cual desprende un mayor olor. Lo mejor es aplicar jabón una sola vez con el objeto de llegar a limpiarle sin desengrasar su piel. El baño se llevará a cabo una vez al mes.
Secarle no tendrá ningún secreto para ti porque es algo que suele encantarles, disfrutando mucho mientras le frotas por todo su cuerpo. Si lo haces con secador eléctrico has de observar algunas medidas de precaución como efectuarlo a temperatura moderada y con cierta separación del cuerpo.
Lo más apropiado es cepillar su pelo 2 o 3 veces por semana, si bien en época de muda hay que hacerlo más veces. Habrás de cepillar de cola a cabeza, o sea, a contrapelo.
En los pliegues de la cara del frenchie tienden a acumularse polvo y suciedad, por lo que deberás limpiarle las arrugas al menos dos veces por semana para evitar que aparezcan infecciones y hongos. Para ello, bastará con usar una toallita húmeda o algodón con agua.
Vacunas y tratamientos antiparasitarios
Como el resto de las razas, el bull dog francés debe tener su propia cartilla de vacunaciones que haga indicación de las dosis que tiene administradas y de las que le faltan.
En cuanto a pulgas, garrapatas y gusanos intestinales, podrás mantenerlos a raya gracias a las pipetas y collares antiparasitarios sobre los que el mismo profesional te orientará.
Enfermedades más comunes
De esta raza ya hemos destacado su extrema sensibilidad a los cambios de temperatura, lo que puede provocar sofocos y constipados fáciles. No lo bajes a la calle cuando hace mucho calor en verano y colócale un abrigo en invierno.
Otros posibles problemas de salud que puede sufrir esta raza son:
- Mega esófago. Una dilatación del esófago que impide que los alimentos lleguen al estómago.
- Trastorno de coagulación en la sangre. Puede dar lugar a exageradas hemorragias, incluso sin ningún tipo de coagulación.
- Síndrome del perro braquicéfalo. A menudo muestran dificultades respiratorias debidas a su corto hocico, su largo paladar y sus estrechos orificios nasales, que dan lugar a esa característica “cara aplastada hacia adentro”, siendo uno de sus síntomas habituales los ronquidos demasiado fuertes.
- Lo que se traduce en una columna vertebral algo corta con degeneración y malformaciones de los discos invertebrales por exceso de estrés. Ello también limita la capacidad pulmonar y la caja torácica.
Algunos de los síntomas que pueden alertar sobre que algo no vaya bien en el estado de salud de tu bull dog se resumen en dejar de comer completamente, reducción de apetito una vez disminuida la ingesta de pienso, que goce de buen apetito pero no engorde con corrección, estado de ánimo abatido, ojos con demasiadas legañas o vidriosos así como entrecerrados, nariz fría, cielo de la boca o lengua blancos, cambios bruscos en su físico, exceso de picor en alguna zona del cuerpo, vómitos y diarreas, fallo continuo de algunos músculos, trufa con moco o muy acuosa o ladeo constante de una parte de la cabeza.
Adiestramiento
A pesar de tratarse de una raza buena y dócil, precisa como cualquier otra de un correcto adiestramiento. Hay que partir de la base de que en ocasiones sus ejemplares son muy tozudos e insistentes cuando desean recibir caricias, ser subidos a la cama o al sofá, que les demos comida de la mesa, etc.
Para lograr un comportamiento positivo de tu frenchie deberás comenzar su adiestramiento desde cachorro, lo que te permitirá alcanzar el éxito con más facilidad y que la convivencia sea mucho más agradable.
De estos perros se dice que son como esponjas y que aprenderán rápidamente cuanto quieras enseñarles, no parando nunca de querer aprender. No le permitas que caiga en el consabido “síndrome del perro pequeño” que le dé pie a pensar que es el líder de la manada. Mantente firme y demuéstrale desde el primer momento que quien manda eres tú.
Sé perseverante y ayúdate del tono de tu voz en el adiestramiento, porque aunque parezca que a veces entienden todo lo que les decimos, no siempre es así.
Crea para tu mascota un patrón de vida ordenado dirigido por unos horarios que le permitan tener una rutina que dirija sus vidas. Afánate en adiestrarle durante algunos minutos varias veces cada día, sin llegar a cansarle, pero con dedicación y constancia.
La recompensa y el castigo (que en ningún caso debe ser físico), consistiendo básicamente en regañarle, deben ser utilizados en nuestro favor, siempre en su justa medida.
En el caso de que no consigas “meter en vereda” a tu bulldog francés, debido a su mal comportamiento, puedes recurrir a un adiestrador canino que podrá ir corrigiendo su conducta y ayudándote a afrontar todas aquellas situaciones en las que se porte mal o no obedezca.