El Papillon, también conocido como Continental Toy Spaniel, es una raza caracterizada por su pequeño tamaño, su largo pelaje y su gracioso aspecto. De carácter alegre, es inteligente y valiente, muy curioso. Le encanta pasear y socializar con otras personas y animales, y aunque puede llegar a ser algo testarudo, suele aprender las órdenes de adiestramiento con facilidad. Te contamos más sobre este perro.
Debe su nombre a la forma de sus orejas, que recuerdan a las alas de una mariposa (“papillon” en francés). Durante los siglos XVI y XVII fue común como mascota entre las familias de alta sociedad, siendo incluso retratado a menudo por artistas como Velázquez o Rubens. Actualmente es una de las razas preferidas por los niños.
El Papillon es cariñoso y enérgico, y posee un fuerte instinto de protección hacia los suyos. Por esta razón puede llegar a ser algo dominante y desconfiado con los desconocidos. Además, es muy activo, por lo que adora el ejercicio al aire libre y los largos paseos, así como los juegos, de hecho, es perfecto para deportes como el Agility.
Su carácter nervioso puede llevarle a adoptar algunos hábitos negativos, como morder objetos o romper lo que encuentra a su alrededor. No obstante suele responder bien a las normas de educación, por lo que solo necesitaremos equilibrar su energía mediante la actividad física y el entrenamiento adecuado.
Respecto a sus cuidados, el Papillon requiere cepillados diarios debido a su largo pelaje. Es importante desenredarlo bien y lavarlo solo cuando sea necesario, usando los productos adecuados para su tipo de pelo (podemos consultarlo con el veterinario). También es importante cuidar especialmente su dentadura, ya que tiende a acumular sarro.
En cuanto a su salud, pero es propenso a sufrir problemas en las rótulas de las patas traseras y fontanela (abertura en la parte superior del cráneo). Aunque con revisiones frecuentes y los cuidados apropiados, este perro suele gozar de buena salud.
Todo lo que deberías saber sobre el Perro de la Mariposa
Amable, vivaz, curioso y juguetón, este pequeñín se entrega por completo a sus dueños, prefiriendo uno que sepa valorar su bonito aspecto y las monadas que hace. Muy inteligente y un poco ladrador, es bastante deportista.
Un perfecto animal de compañía que es también muy obediente y aprende con facilidad. Su elegancia innata es la que le hace merecedor de participar en numerosos concursos de belleza.
Esta preciosa raza debe su popularidad a Tiziano Vicelli que la pintó en el siglo XVI, marcando una tendencia que siguieron otros pintores afamados de la época como Fragonard o Watteau, que no dudaron en incluir a algunos de sus ejemplares en sus obras.
A partir de ese momento, estos chiquitines pasaron a considerarse como perros de la realeza, dado que en toda Europa los reyes pedían que fueran incluidos en sus pinturas familiares. Sin ir más lejos, parece que la reina María Antonieta tenía un papillón.
Por este motivo, España, Francia y Bélgica pasaron a disputarse el hecho de ser el país de origen de estos “perros de bolsillo”. Ahora bien, el hecho de que el nombre papillón descienda del francés ha hecho a la mayoría de historiadores caninos pensar que la raza proviene de Francia, aunque muchos lo consideren entre las razas españolas de perros.
Son muchas las anécdotas que rodean la relación de esta raza con los miembros de las familias reales y los cortesanos. Por ejemplo, se dice que el rey Enrique estaba fascinado por ella y que su pasión le llevó a gastarse auténticas fortunas en algunos de sus ejemplares, dada la codicia de los criadores que atisbaron la posibilidad de poder pedir al monarca una cantidad escandalosa de dinero por uno de estos cachorros.
Ya en el siglo XIX, este perro de aguas empezó a cambiar su morfología, pues los criadores comenzaron a seleccionar aquellos ejemplares que mostraban las orejas erguidas, singularidad por la que hoy en día es conocida esta mascota. El reconocimiento de la raza llegó en 1935.
De todos modos, la variedad de papillón de orejas caídas también sigue existiendo y se presenta como una categoría diferente en los certámenes caninos.
Características Físicas
Esta cautivadora raza diminuta, divertida y traviesa donde las haya, tiene gran porte y es muy fiel…
Con una altura a la cruz de 28 centímetros como máximo, cuenta con un peso que oscila entre 1,5 y 5 kilos y se le califica como perro de compañía. Muchos son quienes afirman que en ellos se aúnan la mayoría de maravillosas cualidades que atrapan a los seguidores de los perros enanos.
Esta borlita de algodón disfrazada destaca por tener una cabeza suave con dos grandes orejas en forma de mariposa, característica que le hace popular.
Perro pequeño de finos huesos, su cabeza presenta una cierta redondez entre las orejas y cuenta con un stop bien definido. Su hocico es algo más delgado y corto, estrechándose hacia la nariz.
Sus ojos son redondos, medianos y con los bordes negros. Sus dientes se cierran a modo de tijera. El cuerpo es más alargado que alto y el lomo bastante fuerte y algo arqueado. El pecho es profundo y ancho. Las extremidades bien desarrolladas y con la osamenta también delgada.
Otra de sus singularidades es su cola plumero. Larga y de implantación, se encuentra cubierta de un pelo largo, llevándola por encima del cuerpo. Cuando está alerta la porta elevada y arqueada en plano con la espalda, de manera que la punta llega a rozar la espalda. No debe ni enroscarse ni quedarse estirada sobre la espalda.
De manto copioso, es ligeramente ondulado y brillante. El pelo únicamente es corto en la cara, el hocico y la parte anterior de las extremidades. El del resto del cuerpo debe mantener una longitud media y alargarse sobre el cuello, de modo que forme un original collar y un lazo ondulado que cae sobre su pecho.
Tipos de Papillón
Existen dos tipos de perros papillón:
- Papillón estándar. Es la variedad a la que venimos haciendo referencia y cuyas orejas evocan a las mariposas. Aparte de buenos perros de compañía, son buenos guardianes porque siempre están alerta, pudiendo llegar a ladrar de una forma muy aguda. Son estupendos en deportes caninos del estilo de la agilidad.
- Papillón Phalene. La variedad de papillón con las orejas caídas, que le dan un aspecto parecido al de polilla, por lo que se les denomina phalene, que significa polilla en francés y se les apoda como “polilla de la noche”. A excepción de las orejas, han de cumplir los mismos estándares que el American Kennel Club establece para su registro. Ambas variedades compiten juntas en las exhibiciones americanas de raza mientras que en Europa lo hacen de forma separada.
Sobre sus colores, podemos decir que los perros papillón siempre son bicolores o tricolores, pero que el blanco es el color principal. Los demás colores serían negros, rojos o marrones y los que tienen color sólido, aunque sean blancos, no son de pura raza.
Su cabeza debe tener un color distinto al blanco de la parte de detrás de las orejas hasta los ojos. Suelen tener una mancha blanca en ella. Tienen negros no solo el borde de los ojos sino también de la nariz y del hocico.
Temperamento
Su porte regio acompaña a la extrema confianza en sí mismo con la que este perrito se mueve. Cuenta con una capa de pelo sedosa y fina y con la ventaja de que apenas desprender olor a perro, como ocurre con razas más grandes o con más pelo.
Si por algo se caracteriza este perrito es por su impresionante inteligencia y por su fortísimo deseo de complacer. Raza constante y obediente, no se trata de una mascota en absoluto pesada y se la puede entrenar para hacer trucos.
Estos perros se adaptan bien a vivir en la ciudad, pero conviene educarlos en obediencia desde pequeños. Ten en cuenta que de no ser así, su instinto de protección hacia la propiedad puede hacerles ladrar en exceso a la que escuchen algún ruido, lo que podría molestar a los vecinos en caso de habitar en un piso. Con el tiempo aprenderás a distinguir entre aquellos ladridos que emite ocasionalmente y los que realmente deben alarmarte.
Mansos, pacientes, animados y llenos de encanto, constituyen una de las razas en miniatura más obedientes y receptivas, aunque algunos pueden ser tímidos. Sus numerosas virtudes le han convertido en una mascota cariñosa, un hermoso perro para espectáculos y un competidor muy hábil dado su alto nivel de obediencia.
Su enorme inteligencia y esas infinitas ganas de complacer a las que ya hemos hecho alusión les convierten en unos pequeños y voluntariosos compañeros. Se trata de una raza extremadamente buena en lo que a resolución de problemas se refiere y que en ocasiones irán un paso por delante de su propietario en sus actuaciones.
Compañeros fieles y sensibles donde los haya, captan a la perfección los sentimientos humanos, dándose cuenta al momento de si su dueño se encuentra decepcionado o preocupado, factor por el que hay que incidir en su adiestramiento con actitud positiva.
En pocas ocasiones se muestran holgazanes o aletargados. Lo normal es que no paren de saltar de un lado a otro y que vayan corriendo sin parar. Una de sus actividades favoritas es la de dar vueltas en círculo por placer.
Siempre dispuesto a salir a pasear, le verás saltar de emoción tan pronto le enseñes su correa. No en vano, es una raza extrovertida y abierta a la que le encanta rodearse de personas de todas las edades.
Pese a ello, en casa no pueden mostrarse más amorosos y disfrutarán de lo lindo cómodamente instalados en el regazo de sus amos. Les encanta que les acaricien y prodiguen todo tipo de mimos. Ellos, por su parte, suelen responder con efusivos besos a quienes les dispensen tales cariños.
Muy ágiles y tremendos saltadores, a veces actúan con algo de inconsciencia llegando a ponerse en peligro, pues no dudan en hacerlo desde gran altura.
Relación con los niños
Este pequeño granujilla, que se convierte rápidamente en un miembro más de la familia, disfruta mucho con la compañía de los niños de la casa, para quienes se convertirá en un compañero inseparable.
Ahora bien, dado el comportamiento algo temerario de este chiquitín, al que ya nos hemos referido, su relación con los niños muy pequeños debe ser supervisada por sus dueños, dado que su frágil anatomía es proclive a hacerse daño si los niños son algo rudos o tienen poco cuidado al manejarlos, sobre todo si son cachorros.
Debe tenerse en cuenta que muchos perros papillón no dudarán un instante en lanzarse desde los brazos de un niño, lo que podría traer como consecuencia la fractura de una extremidad.
Alimentación
De todos es sabido que de la alimentación de una mascota dependen en gran medida tanto su aspecto como su estado de salud en general. Mientras sea un cachorro habrá de tomar comida especial para ellos y una vez se convierta en un adulto, pienso seco de la mejor calidad para perritos miniatura.
Un adecuado control de las cantidades evitará que tu papillón padezca sobrepeso, problema que suele afectarle si no se tiene la suficiente precaución, dado que este pequeño parece tener siempre ganas de comer.
El pienso húmedo no es recomendable en la medida que puede contribuir a su engorde y aparte produce problemas de sarro en los dientes de la mascota.
Este elegante compañero es un perrito muy limpio que apenas desprende olor alguno. Pese a ello y como es lógico precisa una serie de cuidados básicos en los que salen favorecidos también el resto de la familia, pues los perritos enanos suelen acabar en más ocasiones de las que debieran en brazos de algunos de los miembros de sus familias y para tal cercanía se agradecen las medidas higiénicas.
Higiene dental
Los perros toy tienden a la acumulación de placa bacteriana y sarro en sus pequeñas dentaduras y los de esta raza no constituyen una excepción. Para paliar sus desagradables efectos, que incluyen el mal aliento, lo recomendable es acostumbrarle a una adecuada higiene oral desde cachorros.
De esta forma, pese a que el cepillado de dientes quizás sea una actividad que nunca llegue a agradarle, tampoco se opondrá a ella si está familiarizado desde siempre. Otro modo de garantizarle unos dientes más limpios a tu papillón es proporcionándole algunas de esas galletitas o huesos que se comercializan en el mercado y con los que podrás premiar todo aquello que hagan bien.
Baño y secado
Salvo que se encuentre muy sucio, basará con bañar al papillón una vez al mes con un champú hidratante de los especiales para perros, con un pH similar al de tu macota, que suele ser pH7.
En época de muda de pelo puedes lavarle con más frecuencia, ya que el agua calentita irá propiciando la caída del pelo. Es conveniente mantener muy limpios sus oídos para lo que puedes ayudarte de un líquido limpiador para disolver el cerumen.
Una vez fuera del baño, retira el exceso de agua con una toalla y terminando aplicando secador a temperatura moderada para evitarle quemaduras.
Dado su voluminoso pelaje, los ejemplares de esta raza necesitan como mínimo dos cepillados a la semana para lucir un pelo sedoso. Si notas que aún se le enreda, deberás cepillarlo más a menudo. Mira también la posibilidad de que tu mascota sufra dermatitis, pues en ese caso tendería a rascarse y provocarse nudos.
Enfermedades comunes
Aunque a la raza papillón no se le conocen demasiados problemas de salud, como todas las razas que han sido cruzadas de manera excesiva por la misma línea de sangre, tiene cierta tendencia al desarrollo de algunas enfermedades comunes, por predisposición o por herencia genética, lo que es menos habitual en aquellos perros que carecen de raza.
De buena y robusta salud y con una longevidad que va de los 15 a los 18 años, el papillón acusa los siguientes problemas de salud:
- Luxación de rótula. A consecuencia del mal alineamiento del hueso tiende a sufrir esta patología que le causa malestar y dolor tanto al andar, como al tumbarse o estirar. Son muy frecuentes sus casos en esta raza y se trata de una enfermedad genética.
- Fracturas de huesos. Su ligera osamenta puede provocar fracturas de huesos y lesiones parecidas, por lo que hay que prestar especial atención a sus juegos con niños pequeños.
- Este problema, que consiste en la abertura de la parte superior del cráneo, se corrige solo pero, si esto no ocurre, has de protegerle de los golpes que puedan afectar dicha zona.
- Problemas de dentición. Los perros toy suelen padecer de diversas patologías dentales que deben prevenirse con una adecuada higiene dental desde cachorros.
- Un mal bastante molesto y que suele desarrollarse tanto en relación con ciertos alimentos como con diversos factores medioambientales del estilo del polen. Algunas fibras también son propensas a hacer que aparezcan estos brotes alérgicos por lo que debes tenerlo en cuenta a la hora de vestirlo. Si observas que tu mascota no para de rascarse, no dudes en llevarle a la consulta del veterinario.
- Epilepsia y convulsiones. Una enfermedad que sin ser mortal sí es crónica y que puede ocasionar bastantes malos ratos a los miembros de su familia. Puede aparecer tanto por herencia genética como de manera espontánea y sin razón aparente.
Mención aparte merece el tema de que se trata de una raza difícil de operar, dado que es frecuente que muestren problemas con la anestesia.
Adiestramiento
En principio tenemos que hacer referencia a lo importante que resulta la correcta socialización del papillón desde cachorro, lo que ayudará a forjar su carácter amigable. Cuando empiece a crecer y su capacidad de aprendizaje le lleve a tomar conciencia de ello, debes enseñarle una serie de órdenes básicas que permitan una perfecta convivencia como el sentarse, el caminar junto a ti en la calle, el acudir a tu llamada o el permanecer quieto.
Por otra parte, no debes olvidar que es esencial que no permitas que tu mascota se convierta en líder de la manada, pues en concreto esta raza llegaría a ser muy posesiva con los dueños y muy desconfiada con los extraños. Este síndrome del perro pequeño es muy peligroso y está inducido por los propios dueños, que dejan creer a sus mascotas que ellas son las que mandan en casa.
Los perros adiestrados en esa creencia comienzan a desarrollar problemas de conducta y se vuelven nerviosos, tímidos y excesivamente protectores. Ello les lleva a experimentar ansiedad por separación, y a morder y romper cuanto encuentran a su alcance, haciéndoles también desconfiados con los niños.
Este inconveniente síndrome no es propio de tu mascota sino que es fruto de la forma en la que los humanos tratamos a los perros miniatura desde cachorros. En muchos hogares, su diminuta apariencia provoca tal nivel de ternura en sus dueños que acaban por dejarles hacer cuanto les apetece, al tratarlo como si de un bebé se tratara, incurriendo en errores varios como el tomarlo a menudo en brazos, incluso cuando van por la calle, no permitiendo así la necesaria socialización de la mascota.
Evitarlo pasa por dejarles claro desde cachorros quién es el líder de la manada y establecerles una serie de normas, de modo que les quede muy claro cuál es la forma en la que pueden actuar y la que no. De no hacerlo así y no mantener firmeza, le estaremos haciendo un flaco favor a nuestro pequeño compañero y le estaremos negando la posibilidad de ser el perrito bueno con los niños y de nuestra total confianza en el que bien adiestrado se convertirá.
Ya hemos hecho referencia a que se trata de una raza muy activa, que necesita correr y hacer ejercicio diario, por lo que no podemos dejar de dedicar un rato al día a satisfacer dichas necesidades. Un buen paseo y algunos juegos al aire libre o en casa le serán suficientes y contribuirán muy positivamente a abrir su carácter, de por sí absolutamente nada agresivo.
Esta raza se adapta bien a vivir en la ciudad, si bien algunos ejemplares no son demasiado buenos para vivir en pisos al tener gran instinto de protección y ladrar bastante, según escuchen un mínimo ruido, lo cual puede resultar molesto para la vecindad. Ahora bien y como es lógico, corregir esta conducta depende en gran medida del adiestramiento al que hayas sometido a tu mascota.
Otro aspecto del papillón que te agradará es el que se mostrará agradecido de poder acompañarte a todas partes, lo que incluirá los trayectos en coche que podréis compartir juntos.
Un excelente compañero doméstico que contagia alegría
Como uno de los perros más pequeños que se pueden tener, el Papillón es un perfecto animal de compañía, muy leal y repleto de vitalidad. Todo lo que tiene de pequeño, lo tiene de inquieto. Si se le da pie a ello, se puede pasar horas jugando sin descansar, y cuando lo hace es porque antes se ha cansado quien juega con él. La viveza de su comportamiento es algo inherente a la raza, y además se siente muy cómodo haciéndose notar, así que el entretenimiento está asegurado.
Su nombre, francés, quiere decir 'mariposa'. No basta más que mirarle de frente para darse cuenta que son sus orejas las que inspiraron la analogía: grandes, oblícuas, tiesas, redondeadas y con flecos que le dan aún más volumen. Aunque Papillón es como más se conoce a esta raza, también hay quien se refiere a ella como Spaniel continental enano.
Orígenes artísticos
Era una raza bastante popular entre la clase alta de la Francia del siglo XV y XVI, pero ya figuraba en los lienzos de épocas anteriores como un miembro más de las familias distinguidas. En Bélgica también fue bastante común por aquellos años, lo que hace pensar (además de la raíz de su nombre) que esta raza se consiguiera entre tierras flamencas y francesas.
Son muchas las anécdotas (ciertas o no) que circulan en torno a la compañía que los Papillón brindaban a las familias reales que reinaban en Francia. Lo que si es verdad es que, por una cuestión de moda y de imitación, las demás realezas y gran parte de la nobleza europea también quería tener su propio ejemplar. Fruto de ello son los numerosos encargos que pintores reconocidos recibían de estas familias y que incluían al Papillón. Goya, Van Dyck, Rubens, Murillo y Velázquez son tan sólo algunos de ellos.
Al estar tan vinculado a las clases privilegiadas, en los años que se prendió la mecha de la Revolución Francesa por toda Europa su popularidad bajó considerablemente. Actualmente son muchas las sociedades de criadores que promueven y mantienen a la raza en todo el mundo, aunque ya fuera del prestigio de la burbuja de la realeza.
Físico heredado del Bretón español
La apariencia del Papillón guarda gran parecido con la del Bretón español, pero la diferencia de altura les hace inevitablemente incofundibles: los poco más de 25 centímetros del Papillón poco pueden hacer con los 50 del Bretón. Siendo tan pequeño podría ser que llamara más la atención el largo, pero esta raza mantiene muy bien las proporciones. A este perfil armonioso contribuye también que el Papillón acostumbre a llevar la cabeza erguida, con buen porte.
Según como sean las orejas, se diferencia entre el Papillón y el Phalène. Este segundo, en vez de tenerlas oblícuas, las tiene caídas y más grandes. En realidad, es el precursor del Papillón que conocemos actualmente y que se ha desarrollado con las orejas más tiesas. En cualquier caso, y en ambas variedades, de las orejas cuelgan flecos ondulados, al igual que de la cola. Los de la cola son especialmente más llamativos porque nacen enroscados hacia arriba para luego caer, como si fuera un plumero.
El pelaje del resto del cuerpo es liso y moderadamente largo, por lo que necesita que sea cepillado para que no se formen nudos ni enredos. El color predominante de la capa es el blanco, pero siempre va acompañado de manchas de color marrón, hígado o negro. Precisamente las orejas suelen ser del color del que sean las manchas.
Inteligente, cariñoso y muy activo
Estos perros tienen la ventaja de detectar e interpretar muy bien las situaciones. Se dan cuenta rápidamente del estado de ánimo de las personas que le cuidan. Además, ponen mucho de su parte por mostrar su afecto y demostrar que son un excelente compañero. Como su carácter es bastante extrovertido y coge confianza rápidamente con quien le muestra algo de afecto, se está convirtiendo también en un perro de terapia.
Aprovechando que absorben con cierta facilidad lo que se espera de ellos, no está de más que reciban un adiestramiento básico que ayude a canalizar sus energías (son bastante saltarines, les gusta investigar cuando salen de paseo, se excita con las visitas o con la presencia de otros perros). De hecho, están muy por encima del resto de razas toy en este aspecto, y en muchas pruebas de obediencia compiten con perros más grandes.
Al ser un perro muy activo, si se le enseñan tareas rutinarias y unas pautas de obediencia, tanta actividad no sobrepasará los límites de la convivencia. Adiestramiento junto con ejercicio son la clave para que en casa la estancia sea más relajada, pero como el resto de razas pequeñas, el Papillón no necesita exigentes dosis de ejercicio para mantener una buena salud física y mental. Con un buen paseo diario será suficiente.
Fuentes: Mundoanimal,Perrilandia,Mundoperro.