La picadura de las garrapatas puede transmitir el protozoo causante de la babesiosis canina, que afecta a los glóbulos rojos. La babesiosis presenta tres cuadros clínicos diferentes con distinta sintomatología:
- Estado hiperagudo: shock por hipotermia, falta de oxígeno en los tejidos (hipoxia tisular) y más lesiones en vasos sanguíneos y tejidos. Este tipo de babesiosis canina se da en perros que han sufrido graves infestaciones de garrapatas y en cachorros muy vulnerables. Pocas veces consiguen superar la enfermedad.
- Estado agudo: destrucción de glóbulos rojos que termina en anemia hemolítica, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, inflamación del bazo, ictericia.
- Estado crónico: anemia, pérdida de peso, fiebre intermitente, vómitos, diarreas, ascitis, problemas neuronales y oculares, falta de coordinación y convulsiones. No es muy común.
¿Has observado en tu perro algunos de estos síntomas de babesiosis canina? ¡Acude a tu veterinario, necesita tratamiento urgente! En ocasiones, también se dan casos de perros portadores del protozoo que tienen babesiosis asintomática.
Tratamiento de la babesiosis canina
El tratamiento de la babesiosis, si se confirma el diagnóstico, consiste en medicamentos antiparasitarios para acabar con la babesia. Normalmente se administran por inyección subcutánea. Además, si el perro tiene anemia, puede ser necesario realizarle transfusiones de sangre.
También existe la opción de tratar la babesiosis con antibióticos, pero estos tratamientos no suelen ser tan efectivos. Sin duda alguna, el mejor tratamiento contra la babesiosis canina es la prevención. ¡Mantén a tu perro bien protegido de garrapatas y otros parásitos desparasitándolo con frecuencia!
La babesiosis no es la única enfermedad que las garrapatas pueden transmitir a tu perro. ¡Mucho cuidado con los parásitos!
Definición
Fué señalada por primera vez para Venezuela por Volgelsang y Gallo (1950).
La babesiosis canina es una infección causada por un hematozoario, transmitido por garrapatas, generalmente Babesia canis y Babesia Gibsoni, que aparece sobre todo en el sur de Estados Unidos. Las infecciones tienden a aparecer en perros menores de un año de edad.La enfermedad se transmite por garrapatas del género Ixodes.
Después de la infestación , los organismos de Babesia se multiplican en el interior de los eritrocitos. Se sospecha que existe transmisión transplacentaria y se ha asociado al síndrome de ‘desvanecimiento del cachorro’.
En los casos agudos hay aumento de la temperatura que alcanza por 2 a 3 días 40 a 43 grados, con postración, mucosas visibles cianóticaspara luego hacerse ictéricas,pulso aumentado, respiración disneica, el apetito queda suprim >anemia aguda, trombocitopenia, linfoadenomegalia, esplenomegalia y enfermedad pulmonar de leve a grave, vómitos, diarrea y estomatitis ulcerativa, hemorragia , miositis , rabdomiolisis, síntomas del SNC (Sistema Nervioso Central) Shock hipotensivo, hipoxia, muerte súbita.
En los casos crónicos la fiebre es discreta, mucosa pál >anemia progresivamente.
Los perros conservan los parásitos por 2 a 3 años y mientras así ocurre son refractarios a la infección.
Profilaxis : Lucha contra las garrapatas,teniendo cuidado de librar de Ixodidos a los perros más sensibles a esta enfermedad, que son las razas finas, especialmente las de caza que están expuestos a ataques de éstos.
SINTOMAS RESPIRATORIOS:
SINTOMAS DIGESTIVOS:
- Esplenomegalia
- Diarrea
- Vomito
- Úlceras de las mucosas orales
- Anorexia
SINTOMAS GENERALES:
- Anemia
- Cianosis
- Ictericia
- Hemorragia de cualquier parte del cuerpo
- Ataxia
- Muerte repentina
- Linfadenopatía
- Polidipsia
- Fiebre
¿Qué la produce y cómo se adquiere la babesiosis?
La babesiosis canina está producida por un protozoo que parasita los glóbulos rojos sanguíneos. Hay dos especies de protozoos que causan enfermedad en el perro, Babesia canis y Babesia gibsoni. Los parásitos infectan al perro mediante la intervención de un vector, la garrapata. Hay varias especies de garrapatas que pueden ser transmisoras. Otra forma de infección es la transfusión con sangre de un animal infectado.
¿Cómo ataca la babesiosis canina?
Los expertos han identificado el genotipo más peligroso de esta bacteria como el canis vogeli. Se trata de un hematozoario intracelular de ciclo indirecto, es decir, que necesita de un huésped antes de poder desarrollarse.
En palabras que todos entendemos: esta bacteria busca un huésped para sobrevivir, que suelen ser las garrapatas. A través de ellas desarrolla sus larvas y éstas actúan sobre nuestro perro provocándole el proceso infeccioso.
Si hasta ahora la babesiosis canina había permanecido como un peligro prácticamente desconocido es porque la bacteria necesita de climas cálidos para sobrevivir, por lo que es más frecuente encontrarla en países con climas tropicales y subtropicales.
Pero como todos ya conocemos las consecuencias del cambio climático y las anomalías que estamos experimentando en Europa al respecto, hay que empezar a ver este problema de la babesiosis como algo a lo que enfrentarse de manera cotidiana. Y deberás tener especial cuidado en los meses de verano.
Diagnosticar la babesiosis
La babesiosis se caracteriza por producir anemia y trombocitopenia (número bajo de plaquetas). La bioquímica sérica y la analítica de orina pueden presentar alteraciones, pero no son específicas de la enfermedad.
Para el diagnóstico definitivo hay que visualizar la presencia del parásito en sangre. Si no se observa no se puede descartar y entonces la serología (detección de anticuerpos frente al parásito) es la base del diagnóstico. El inconveniente más importante que presenta la serología es que no puede diferenciar entre las dos especies de Babesia que producen esta enfermedad en el perro.
Acciones de página

Babesiosis canina. Es una enfermedad que afecta los glóbulos rojos en perros de cualquier edad, producida por la Babesia canis. Es una protozoosis hemática transmitida por las garrapatas. Produce una anemia progresiva como el elemento primario en el desarrollo de la sintomatología.
Esta enfermedad se encuentra en los animales domésticos y salvajes y una gran variedad de ellos son los huéspedes reservorios de más de 30 especies conocidas de Babesia, a nivel mundial. Dicha enfermedad se considera una zoonosis adquirida ocasionalmente por el hombre a partir de dichos animales.
- Piroplasmosis canina
- Fiebre biliar
- Ictericia maligna
- Fiebre por garrapatas
Reseña histórica
Luego de haber sido observados los parásitos en sangre, por los investigadores italianos Piana y Galli - Valecio (1895), la enfermedad fue diagnosticada por Purvis, Duncan, Hulcheon y Lounsbury en el sur de Africa, por Koch en el este y por Marchoux en Senegal. En Francia fue vista por Nocard y Alney en perros de caza y, estudiada minuciosamente por varios autores en diferentes años, obteniendo resultados notables del tratamiento específico del mal.
Sobre la existencia de la piroplasmosis canina, en Cuba, fue reportada en el año 1933 en el hospital Calixto García por los doctores Rogelio Arenas, José G. Basnuevo y Pedro Kourí. Cuando se sospechaba de un caso de leishmaniosis humana se dieron a la tarea de autopsiar tres perros para investigar sus vísceras, detectando la presencia de estas formas parasitarias en la segunda autopsia en frotis realizado de bazo, hígado y riñón, no así en médula ósea. La mayor cantidad de parásitos fue encontrada en el bazo. La sangre periférica fue negativa de parásitos. De estas tres autopsias dos fueron negativas.
Como prevenir la babesiosis
En Europa existe una vacuna comercializada contra la babesiosis producida por Babesia canis, pero los estudios realizados se muestran contradictorios respecto a su eficacia.
La forma principal de prevención es el control de las garrapatas en el perro. Los perros deben ser inspeccionados con frecuencia para detectar la presencia de garrapatas. Baños antiparasitarios, limpieza con productos insecticidas del ambiente, utilización de collares de amitraz, u otros productos antiparasitarios tópicos efectivos contra las garrapatas (pulverizadores, pipetas) son medidas preventivas útiles para que el perro no se infeste con garrapatas.
Hay que recordar que una forma de transmisión de la enfermedad es mediante transfusión y, por tanto, la sangre a transfundir debe ser analizada previamente.
Ubicación epizootiológica
Se considera de tipo cosmopolita, de mayor gravedad en los países de clima cálido y frecuente en los países tropicales, siendo mucho más rara en los países de zonas templadas, en los cuales es generalmente crónica.
Existen tres especies de Babesia:
Esta última sólo se conoce en países de Africa y Asia y su agente puede ser una cepa de la B. canis más que una especie diferente.
La B. canis y la B. vogeli son similares en tamaño y en su aspecto morfológico. Se les observa como trofozoitos piriformes pares dentro de los eritrocitos infestados . Son considerados de gran tamaño. Por lo general existe infestación múltiple dentro del eritrocito, pudiendo llegar a contener de 4-16 parásitos. Pueden además existir fuera del eritrocito, o sea , en el plasma sanguíneo.
La B. gibsoni es más pequeño y aparece como un trofozoito anular u oval, aislado en los hematíes infestados. Cada glóbulo rojo puede contener hasta 30 ejemplares.
Artificial
Mediante la fijación de las garrapatas infestadas puede lograrse la infestación experimental. La transmisión transplacentaria fue comunicada y la transfusión de sangre infestada también suele emplearse experimentalmente.
Uno o dos días después de la infestación se produce una parasitemia inicial que dura cerca de 4 días . Los organismos luego desaparecen de la sangre periférica durante un período de 10 - 14 días, después de los cuales acontece una segunda parasitemia más intensa , se producen períodos alternantes de parasitemia y quietud a intervalos variables.
Los perros que sobreviven a la babesiosis aguda o tienen infestaciones asintomáticas, usualmente se transforman en portadores crónicos.
Ciclo biológico
La replicación de la B. canis ocurre por fisión binaria de los trofozoitos en los hematíes. Esta parasitemia causa hemólisis intra y extra vascular.
Cuando la hipoxia ocurre como resultado de la hemólisis el daño microvascular lleva a la aparición de la CID (coagulación intravascular diseminada) que puede interesar a los vasos más pequeños incluso a los del cerebro.
Estos trofozoitos pueden además existir en pulmón, hígado y en el interior de los macrófagos y neutrófilos.
La hepatoesplenomegalia ocurre a causa de la congestión pasiva y la hiperplasia del sistema fagocito - mononuclear.
Acciones patógenas
La Babesia ejerce diferentes acciones sobre el eritrocito.
- Acción espoliatriz: al alimentarse de las sustancias del eritrocito.
- Acción mecánica: al ocupar gran parte del espacio funcional en el interior del glóbulo.
- Acción traumática: al destruirlo.
- Acción mecánica: a nivel de capilares ocasionando aglomeraciones.
- Acción tóxica: por los productos de secreción y excreción.
Muchas infestaciones por babesias, en algunos casos, los signos clínicos se evidencian sólo después del estrés de ejercicio desmedido, cirugía e infecciones concurrentes.
En casos agudos tras una incubación de 7-10 días, como primera manifestación de la enfermedad se observa una elevación de la temperatura del cuerpo que alcanza en 2 ó 3 días 40 - 43ºC y se acompaña de postración, intensa anemia, abatimiento, pulso acelerado, mucosas rojas más tarde ictéricas, movimientos torpes, aumento apreciable del bazo a la palpación, ataxia, debilidad general a veces hemoglobinuria, hemorragias cutáneas expontáneas y recidivantes en las orejas, trastornos respiratorios y de tipo digestivo y aumento de la cantidad de agua consumida.
En los casos crónicos la fiebre falta totalmente o puede observarse en los primeros días de la enfermedad o de tipo intermitente en casos raros, poca ictericia, emaciación, decaimiento, manifestaciones circulatorias, edemas, ascitis y puede existir estomatitis y gastritis. A nivel ocular se observa queratitis e iritis, dolores musculares y reumatoides. Algunas veces se afecta el SNC, apareciendo problemas en la locomoción como ataxia cerebral, parecia, contracciones epileptiformes.
Los problemas cerebrales son semejantes a los observados en la rabia debido a la aglomeración de los trofozoitos a nivel de los capilares cerebrales. A la palpación del abdomen hay un aumento notable del hígado y del bazo, mucosas pálidas, respiración acelerada y dificil con signos de insuficiencia respiratoria, algunas veces diarreas hemorrágicas.
Alteraciones anatómicas
- Bazo aumentado de tamaño con la pulpa color rojo oscuro, de aspecto ligero con corpúsculos prominentes.
- El hígado aparece congestionado con focos de necrosis centro lobular.
- El riñón aparece con focos de necrosis o nefritis.
- El corazón pál >Inmunidad
La inmunidad protectora no se desarrolla contra la Babesia y los animales son susceptibles a la reinfección después que el organismo es eliminado por la quimeoterapia.
Un estado de premunición se desarrolla en los infestados asintomáticos crónicos y resisten a una infección mayor en tanto la infestación que persiste esté bajo control y en equilibrio con la respuesta inmune del huésped.
El estrés o la inmunosupresión promueven recaídas y la reactivación de las infecciones crónicas.
Confirmativo
Se realiza por la identificación de los parásitos en los eritrocitos de frotis preferiblemente de sangre periférica teñido con giemsa. Las babesias se detectan con facilidad en los frotis a partir del sistema microcapilar tal como las márgenes articulares, uñas, o en el canto de las almohadillas plantares. Sin embargo, los parásitos no siempre se pueden demostrar en los frotis de sangre pudiendo utilizarse preparaciones por impronta a partir de órganos, como por ejemplo el pulmón.
Se puede realizar punción y biopsia de médula ósea, del bazo, hígado y de los ganglios linfáticos donde se pueden observar los parásitos.
Además, puede utilizarse la inoculación de animales de laboratorio o el estudio serológico con determinación de anticuerpos contra el protozoario, para la confirmación del diagnóstico, como por ejemplo: ELISA, prueba de precipitación , prueba de Coombs, etc.
Diferencial
Con otras hemoparasitosis:
- Echrlichiosis canina: Es una rickettsia parásito del citoplasma de los Linfocitoslinfocitos del perro.
- Leishmaniosis canina: También son protozoos pero parasitan a las células reticuloendoteliales de los órganos internos, ejemplo: el hígado, bazo, ganglios linfáticos y médula ósea y rara vez en los leucocitos, además se transmite no por garrapatas, sino por una especie de mosca. (Tumefacción del bazo y coloración aframbuesada de la médula ósea).
- Hepatozoonosis: Caracterizada por dolores musculares y atrofia de los músculos, diarreas intensas, observándose una leucocitosis, eosinofilia y neutrofília.
Terapia de sostén
Tiene como objetivo combatir el shock y corregir la anemia y la acidosis metabólica pronunciada. Las transfusiones eritrocíticas o de sangre entera están indicadas en los casos de anemia intensa (hematocrito menor del 15%) luego de la transfusión el HTO mínimo debe llegar a 30% en el receptor.
Los donantes de sangre deben ser evaluados periódicamente, para asegurar que no tienen infección crónica puesto que la transfusión es un medio eficiente para la transmisión de este agente. Pueden utilizarse los glucocorticoides (succinato sódico de prednisolona) 11 mg/kg/3H (EV).
Antibióticos de amplio espectro: cloranfenicol| o clindamicina, ampicillina (EV) recomendados para los perros en shock.
Acidosis metabólica: EV (rápido) Bicarbonato de sodio 1 mg/libra se recomienda en schock anémico serio, para ello basarse en el análisis de bicarbonatemia, esto puede repetirse en 24 h. Existen 3 drogas eficaces para la eliminación del parásito en dosis única: El aceturato de diminazeno ( 3,5 mg / kg vía IM o SC ). Se ha probado que el diminazeno o berenil puede provocar intoxicaciones agudas mortales en el perro, caracterizándose por síntomas nerviosos y lesiones encefálicas de origen vascular. La sensibilidad de los animales a la toxicidad del producto es variable.
- Combatir el Shock
- glucocortico > Tratamiento etiológico
Isetionato de fenamidina (15 mg / kg (SC). Dipropionato de imidocarbo o imizol (5 mg / kg (IM o SC). Esta es la droga de elección porque es la menos tóxica y la que rinde el porcentaje de curación más alto contra la babesia canis, no es tan eficaz contra la B. gibsoni que tiende a resistir con la quimioterapia. Al efecto de este medicamento en perros se ha observado en estudios realizados, presentándose dificultad en la respiración, debilidad, decaimiento y diarreas profusas.
En autopsias realizadas se observa edemas en alveolos pulmonares con congestión de los capilares alveolares, además necrosis de las células del epitelio tubular de la corteza renal, hígado y bazo, con moderado aumento y congestión . El efecto adverso de este medicamento es debido a la acción excesiva de la acetilcolina (12). Dicho medicamento puede aplicarse profilácticamente en dosis de 0,5 mL/10 kg (dosis única) protegiendo por cuatro semanas al animal. En infecciones combinadas con Echrlichia y Hepatozoon se emplea una segunda dosis de imidocarbo, 14 días después de la dosis inicial.