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Cómo dar una pastilla a tu gato

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Darle una pastilla al gato puede ser una auténtica odisea. De hecho, entre los veterinarios circulan chistes que tratan en clave de humor un problema tan frecuente y tan serio.

Realmente es un problema de enorme importancia, ya que no poder medicar al animal puede afectar seriamente a su salud al impedir que se resuelva la patología para la cual necesitamos darle una medicina.

¿Qué se puede hacer para que el gato se tome la medicación?

Algunos consejos pueden ser útiles, pero las soluciones milagrosas, desgraciadamente, no existen.

1. Acostúmbrale lo antes que puedas

Como se suele decir, y que es aplicable a tantas facetas de la vida: prevenir es mejor que curar. Es mucho más fácil habituar al gato a darle una pastilla antes de que “lo lleve mal” que cuando la situación es inmanejable.

La mejor opción es empezar cuando todavía es un gatito. Empezaremos por acostumbrarle a cogerle la cabeza de una forma adecuada para luego poder introducir la pastilla en su boca.

Esta forma, aunque es mucho más sencilla de ejecutar viendo un vídeo explicativo, consiste en “abrazar” con la palma de nuestra mano la parte superior de la cabeza del gato, como si estuviéramos cogiendo una pelota, dejando libres nuestro dedo anular y pulgar. Con ellos abriremos la boca del gato presionando ligera y suavemente contra las comisuras de los labios o los carrillos. Una vez que la boca se empiece a abrir por la presión que aplicamos, con el dedo índice nos ayudaremos para abrirle la boca del todo, levantando sus dientes incisivos. Cuando el gatito esté con la boca abierta, simplemente le daremos un premio, mejor en forma de comida enlatada.

Después de repetir el proceso varias veces, en cada ejercicio deberemos ir introduciendo gradualmente el premio cada vez más profundamente en su boca, de forma que lo trague directamente.

Una vez que el gato se ha comido el premio podemos ofrecerle, además, una sesión corta de juego o de alguna actividad que le guste realizar con nosotros, para que la asociación sea más positiva aún.

2. Intenta utilizar la menor sujeción posible

Aunque tenemos que sujetar la cabeza del gato para poder darle la medicación, lo más recomendable es evitar sujetar más partes del cuerpo del animal, ya que cuanto más “restringidos” vea sus movimientos, más nerviosismo le provocaremos.

En el caso de tener que sujetarle aún más, una buena idea puede ser utilizar una toalla que “enrollaremos” alrededor de su cuerpo, desde el cuello hasta la cola, haciendo una especie de rollito que guarde también sus patas.

3. Descontextualiza la situación

Muchos gatos aprenden que la medicación se la damos siempre a la misma hora y en el mismo lugar. Así, muchos animales aprenden a asociar la mesa de la cocina, por ejemplo, con esa situación tan desagradable para ellos.

Para evitarlo podemos hacer varias cosas: sacar la pastilla de su envoltorio en rato antes de dársela (para evitar la asociación con el sonido del envase), dársela en distintas partes de la casa donde normalmente no se la damos, o variar (ligeramente) el momento en que se la damos.

¿Qué hacer si no lo consigues?

En el caso de que sea imposible darle la medicación al gato por vía oral, existe la alternativa de llevarle al veterinario para administrársela por otras vías. En la clínica veterinaria pueden utilizar diferentes sistemas de contención para poder medicar al animal por vía inyectable, por ejemplo.

Hace unos años, se intentó administrar de forma experimental algunas medicaciones a los gatos por vía transdérmica, es decir, aplicando los fármacos en forma de crema o gel sobre la piel para que se absorbieran a través de ella. Desgraciadamente, la experiencia no fue muy positiva y aún hoy día muchas medicinas necesitan ser tomadas por boca.

Consejos para dar medicación a un felino

Entre los diferentes cuidados que debes darle a tu gato está la responsabilidad de darle medicación cuando sea necesario.

Muchos gatos se ponen muy nerviosos y algunos agresivos, cuando llega ese momento y has de saber afrontar esa situación con firmeza y paciencia.

Vamos a empezar con pasos previos para darle la medicación, y en otro post ya os contaré mi odisea personal, que seguro será de ayuda para personas que convivan con gatos complicados a la hora de administrar medicación.

La mejor manera de dar una pastilla( o cualquier medicación) a tu gato es buscando un momento en el que tu gato esté tranquilo.

No lo despiertes, pero busca un instante cada día en el que sepas que está despierto, relajado y con buen ánimo para emprender esta tarea.

Una buena forma de darle su medicación, es llamarlo para que acuda a un sitio que le guste, como puede ser la cocina, o el baño.

Cada gato es un mundo y puede que al tuyo le guste el comedor, elige un espacio agradable para él. Una vez veas su cuerpecito peludo paseando por el pasillo es recomendable que le ofrezcas alguna recompensa comestible, la que más le guste, sean snacks, pienso húmedo o incluso algún trocito de jamón o pollo sin sal y bajo en grasa que le resulte tentador.

Se trata de predisponer a tu gato al bienestar y que no asocie ese momento con nada traumático.

Cómo coger a tu gato para darle medicación

Muchos gatos en este punto, se dejan coger y colocar sobre una superficie elevada. En ese instante, puedes darle la medicación sin problema, siempre y cuando seas rápido, hábil y prudente.

Si es una pastilla, debes ser ágil para abrirle la boca y ponerla en la garganta, a continuación debes darle un poco de agua con un cuentagotas o una jeringa.

NUNCA DEBES ADMINISTRAR MEDICACIÓN EN SECO, PORQUE PODRÍA QUEDARSE ATASCADA EN EL ESÓFAGO. Pero tampoco te pases con el agua, porque podría atragantarse, con unas gotitas sobre su lengua es suficiente para que todo cuele.

Pero si tu gato te lo empieza a poner difícil y no se queda quieto, una buena solución es envolverlo con una toalla.

Coge una manta o una toalla que abarque todo su cuerpo, extiende la tela sobre una mesa, coloca a tu gato encima y envuélvelo como si fuera un bebé, dejando la cabeza fuera.

De esta forma evitarás sus movimientos y el riesgo de arañazos, para poder darle cualquier medicación de forma segura y rápida. Aunque también debes ser firme porque sino desarmará toda la tela enseguida.

En general, para dar una pastilla( o cápsula)a un felino tendrás que sostenerlo con firmeza, pero sin hacer fuerza.

Los gatos cuando se asustan suelen tirarse hacia atrás, así que date prisa si no quieres que se escape. Otra manera de cogerlo es colocándote de rodillas en el suelo, con tu mascota entre tus rodillas y mirando hacia ti.

También puedes pedir ayuda de otra persona para que lo coja de las patas delanteras para que no se mueva o intente defenderse mientras le das la pastilla.

Una vez tienes cogido a tu gato, tendrás que agarrar su mandíbula con seguridad y modificar su ángulo.

Si eres diestro, usa tu izquierda y colócala por encima de su cabeza. Tendrás que sostener la parte superior de la cabeza con tu mano y gracias a los pómulos salientes de la mayoría de gatos no será un problema cogerle bien. Después echa la cabeza hacia atrás y haz que su nariz mire a lo alto.

Cuando su cabeza está hacia atrás, sostén la pastilla con la mano derecha, y mantén la mandíbula inferior abierta. En ese momento, tendrás que introducir la medicación en lo más profundo de su boca para que la trague sin problemas.

Si este punto te cuesta, podrías comprar unas inyecciones que venden para administrar pastillas y te evitarán el paso de tener que entrar muy adentro de la boca de tu felino si se pone violento.

Si tu gato tras darle la pastilla empieza a relamerse con su lengua es que lo has hecho bien. Pero fíjate, porque muchos gatos escupen la medicación.

Ten en cuenta que la medicina tendrás que administrarla de forma periódica así que tienes que aprender a hacerlo bien y asegurarte de que se la tome siempre.

Una vez has introducido la pastilla en la cavidad bucal de tu felino, cierra su boca, y frota la garganta suavemente para asegurarte que la pastilla es ingerida.

Es recomendable enseguida darle un poco de agua fresca para ayudarle a que la medicación pase del todo, hazlo con una jeringa o con cuentagotas. Así no quedarán restos del medicamento atascados en su garganta o esófago, que puedan provocar una inflamación.

Hay personas que untan la pastilla con un poco de mantequilla o aceite para que la pastilla se deslice sin problema camino del estómago.

Tras todo este proceso, dale alguno de sus premios favoritos para que el trance acabe con una alegría.

Consejos para gatos que no admiten bien la medicación

En esta categoría entra mi gato Dohko, todo un bombón peludo que no se deja dar ningún tipo de pastilla, píldora o cosa extraña.

Con él he tenido que improvisar mucho para administrarle la medicación. Y aquí te cuento algunas que espero que os funcionen.

Una de las formas de dar medicamentos a un gato, es mezclar con su comida( siempre que se pueda y el veterinario te diga que puedes hacerlo).

Elige una comida húmeda que le guste, snack blando, golosinas líquidas…o lo que se te ocurra, para camuflar las pastillas dentro machacadas dentro.

Tendrás que machacar hasta que se hagan polvo y puedas mezclar con algo de comida y con suerte, tu gato se la comerá.

Digo con suerte porque con mi gato esto funciona un par de días, luego aborrece la comida que tanto le gustaba y tienes que probar con otra comida, snack o golosina. Así que te puedes pasar días abriendo latas diferentes de comida húmeda para conseguir que se tome la pastilla.

En mi caso, así he conseguido darle pastillas, simplemente he de ir variando con el pienso húmedo para que no se aburra cada día de tomar el mismo con la medicación.

Si quieres darle medicación con algún pienso húmedo nuevo que no sabes si le va a gustar, te recomiendo que primero le des para que lo pruebe y después, mezcles la pastilla triturada.

También probé con mezclar las pastillas con su pienso seco, me recomendaron que dejara una ración muy pequeña disponible de su comida diaria, la mojara un poco con aceite de oliva y después pusiera la medicación triturada para que se pegara, pero no funcionó. Y eso que su pienso le vuelve totalmente loco.

También probé triturar la pastilla hasta hacer un polvo fino, poner un poco de agua e intentar administrar con cuidado con una jeringa, la verdad es que en mi caso, fue una pésima idea porque la regurgitó del todo, y eso que lo hice con precaución, deslizando el líquido suavemente.

No te recomiendo que administres medicación sólida( triturada) con agua, es una experiencia muy desagradable.

Salvo que la medicación sea en formato líquido, en ese caso, tendrás que hacerlo introduciendo la jeringa en la parte lateral de la comisura de los labios y deslizando el líquido despacio para que no se atragante.

Siempre que tu gato tenga que tomar medicación habla seriamente con tu veterinario para decirle lo complejo que es.

Siempre te recomendará la opción más fácil y palatable( con mejor sabor), para que al mezclar con su comida no les resulte tan desagradable y la eviten.

A título personal, y si tienes habilidad para administrar inyecciones subcutáneas o intramusculares, y tu veterinario te recete esta medicación, lo hagas.

Sólo hay que ponerle sobre una superficie alta, pellizcar un poco de piel del lomo y darle un pinchazo rápido, después masajea la zona para que no salga hematoma. Y recuerda dale siempre un premio después.

Tener un gato, es una responsabilidad. Cuando compartes tu vida con una mascota, es un compromiso de por vida, en lo bueno y en lo malo. Así que te recomiendo paciencia para cuidar a tu peludo.

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