La mayoría de la gente que tiene gatos piensa que solo les falta hablar, es incluso habitual ponerle voz cuando te mirar con su cara o hacen alguna gracieta. Humanizarlos siempre hace que sus comportamientos sean más divertidos. Lamentablemente los gatos no pueden comunicarse con nosotros de una manera tan abierta como tal vez nos gustaría por lo que si les pasa algo solo podremos saberlo si conocemos a que tipo de dolencia está asociado determinado comportamiento.
El dueño del gato es el que mejor lo conoce y puede valorar si ese comportamiento en concreto es normal en su día a día o no. Por supuesto no estamos diciendo que hagas de veterinario y mediques a vuestro animal a la mínima sospecha pero si os queremos dar una serie de pistas para que, si veis que vuestro gatos hace algo de esto, lo lleves inmediatamente a vuestra clínica animales habitual, por si acaso.
1- Está más perezoso de lo habitual
Si ves que tu peludo amigo duerme más horas de lo normal, se mueve poco o evita jugar y corretear, puede ser un indicativo de artritis u otros problemas serios. Este síntoma no hay que tomarlo al pie de la letra ya que los gatos suelen descansar una media de 16 horas al día, por lo que tienes que ser tu quien valore si tu gato está más perezoso de lo normal.
Cambios en su apetito
Si tu gato come menos de lo normal, puede deberse a que caza fuera de casa o a que las altas temperaturas afectan a su apetito. Sin embargo, también puede deberse a problemas de salud ocultos, especialmente en gatos de edad avanzada.
Acude al veterinario si esta disminución del apetito viene acompañada de letargo, vómitos, diarrea, pérdida de peso u otros signos de enfermedad. Un mayor apetito puede ser indicador de algunas enfermedades, como una mayor actividad tiroidea, diabetes o problemas intestinales.
Vómitos y mareos
Vomitar bolas de pelo o grasa es normal si tu gato lo hace ocasionalmente. Si aumenta la frecuencia del vómito, si vomita comida o sangre, si tiene dificultades al tragar o si tiene arcadas debes llevarlo al veterinario.
Los vómitos pueden ser síntoma de varias enfermedades como problemas intestinales, renales o del hígado. Si el vómito va acompañado de letargo, depresión, diarrea o pérdida de apetito, puede ser señal de otro problema subyacente. Una visita al veterinario bastará para solucionar estos problemas.
Problemas para hacer sus necesidades
Si tu gato tiene una diarrea persistente, o si sus heces son de color negro o contienen sangre o mucosa, puede que tenga un problema de salud. Si presenta alguno de esos síntomas, y si además vomita y sufre letargo, pérdida de apetito de peso, acude al veterinario.
Por el contrario, si tu gato no puede hacer sus necesidades o sus heces son muy duras o están llenas de aire, llévalo a revisión. Aunque es un problema fácil de tratar, puede ser signo de otros problemas de salud más graves.
Si tu gato entra y sale con mucha frecuencia del cajón de arena, si se agacha pero no hace pipí (o muy poca cantidad), si llora cuando está en el cajón de arena o sangra, significa que tiene una infección de orina.
Algunas infecciones, como la cistitis, son comunes y fáciles de tratar. Otras infecciones más graves podrían derivar en una enfermedad del tracto urinario inferior, que supone un gran riesgo para la salud de tu mascota si no se trata correctamente. Si observas algún síntoma que pueda estar provocado por una infección en el tracto urinario, visita al veterinario para una revisión lo antes posible.
Si no se trata esta enfermedad, podría resultar peligrosa para tu mascota, por lo que es esencial que se empiece a tratar tras detectar los síntomas.
Aumento de peso excesivo
Si tu gato gana mucho peso en poco tiempo, puede volverse obeso, lo que podría causarle diabetes, problemas de movilidad y otras enfermedades. Debes ser capaz de notar sus costillas cuando lo cojas, en caso contrario, podría tener sobrepeso.
Haz clic aquí para obtener más información sobre cómo conocer la forma física de tu gato.
Antes de nada, acude a tu veterinario si crees que tu gato necesita perder peso, para que te recomiende la mejor manera de que vuelva a estar en forma gradualmente. Cualquier cambio en la dieta de tu gato debe hacerse con cuidado, para no causarle problemas digestivos.
Si crees que el vientre de tu gato ha aumentado, consúltalo con tu veterinario. Esto puede deberse a una retención de líquidos, en lugar de a un aumento de peso.
Aumento en la cantidad de bebida y en la cantidad de orina
Si has cambiado el alimento de tu gato de húmedo a seco, es normal que beba más agua hasta que se acostumbre al cambio.
Si no se ha producido este cambio y tu gato bebe y orina más de lo normal, podría ser síntoma de alguna enfermedad, como la diabetes o problemas renales. Si normalmente no ves a tu gato beber y ahora sí, o ves que su cajón de arena está más mojado de lo habitual, llévalo a revisión.
Piel y pelaje
El estado de la piel es un buen indicador general de la salud de tu gato. La piel debe ser suave y de color rosa o negro, mientras que el pelaje debe ser suave y brillante.
Arañazos o un acicalado exagerado, costras en la piel o una caída del pelo son indicios de que tu gato tiene una enfermedad de la piel. Un pelaje con caspa o sin brillo puede indicar un problema subyacente que no esté relacionado con la piel o con el pelaje, pero que le afecte. Si presenta arañazos de consideración acompañados por pequeños lunares negros en el pelaje, podría tener pulgas, que son relativamente fáciles de eliminar.
Si observas alguna supuración de color marrón o algún enrojecimiento en las orejas de tu gato, comunícaselo al veterinario.
Boca y encías
Si tu gato presenta enrojecimiento en la boca o alrededor de ella, inflamación en las encías o mal aliento, podría sufrir una enfermedad bucal. Estos síntomas son dolorosos y tu gato puede perder el apetito, comer solo con un lado de la boca, escupir comida mientras mastica o perder peso.
Si observas alguno de estos síntomas, acude al veterinario. Cuanto antes empiece el tratamiento, antes se recuperará tu gato y podrá comer con normalidad.
Respiración
A diferencia de los perros, los gatos no respiran con la boca abierta. Si observas que tu gato jadea, le cuesta respirar, respira a mucha velocidad, tose o hace ruido al respirar, acude a tu veterinario de inmediato.
Estos son posibles síntomas de problemas respiratorios graves, que deberán ser tratados urgentemente.
Ojos y hocico
Los estornudos, un hocico que moquea o los ojos llorosos pueden ser resultado de problemas dentales, virus o enfermedades que afecten al sistema respiratorio. Si se produce una supuración viscosa o de sangre por el hocico, si parpadea de forma excesiva o presenta un enrojecimiento alrededor de los ojos, visita al veterinario porque podrían ser síntomas de algún problema de salud subyacente.
Si observas que el tercer párpado de tu gato no termina de abrirse, puede deberse a que tiene algo dentro, tiene una infección o tiene problemas de salud. Llévalo al veterinario para que saque aquello que le molesta o que te recete algún colirio para que le administres en casa.
Huesos y articulaciones
Si tu gato presenta alguna cojera, puede que esté herido o que presente dolor en las articulaciones.
Si tarda en levantarse o echarse, si no salta tan alto como suele hacerlo o si tiene problemas para subir y bajar las escaleras, puede ser que presente un problema en los huesos o en las articulaciones. Comunícaselo a tu veterinario lo antes posible para que intervenga y tu gato no sufra más dolor.
Causas y Síntomas de las arcadas
La arcada es un comportamiento que ocurre cuando un gato tiene algo atorado en la garganta. Puede ser comida que no le ha caído bien o masticado apropiadamente, algo que ha tragado en la calle, o en un caso más peligroso, algún hueso de un pájaro que haya cazado. Lo más típico es que a los gatos les encanta acicalarse lamiendo su pelaje, esto se traduce en bolas de pelos, dentro en su estómago, que luego necesitará expulsar.
Sin embargo, si el gato tiene arcadas constantes, solo escupe saliva y bilis, finalmente nunca vomita y muestra signos de dolor, puede indicar que tiene algo atascado en el esófago, estómago, presentar algún problema intestinal o incluso una enfermedad renal. Otra causa puede ser que tu gato esté sufriendo de estrés y las arcadas son una expresión de su estado psicológico. Revisa si has cambiado repentinamente su ambiente, su dieta o incluso sus rutinas diarias.
Otra sintomatología puede incluir nauseas, pérdida de apetito, inquietud, tos áspera, letargo, cansancio constante del gato desinterés a los paseos y juegos, y en un grado más grave puede ocurrir asfixia.
Consecuencias
Cómo mencioné anteriormente, la mayoría de las arcadas son relativamente normales y no representan nada por lo que preocuparse, sin embargo, algunos de los síntomas pueden ser la manifestación de otros padecimientos como, por ejemplo, la tos áspera puede ser signo de asma o algún tipo de alergia. Si se lame de forma desesperada y constante (ocasionando la bola de pelos) en una misma área de su cuerpo, puede que tenga algún salpullido, infección o herida.
Si las arcadas persisten durante el día y tu gato viene de la calle, puede ser que se haya envenenado con algo. Si por el contrario, son arcadas cada tanto tiempo pero durante varios días, puede estar indicando que algo está sucediendo con el sistema digestivo de tu gato. Todos estos son casos que debes tomarlos en cuenta y acudir a tu veterinario de confianza.
Soluciones para reducir las arcadas
Nunca podrás eliminar totalmente las arcadas de tu gato, pues son parte de un proceso fisiológico, lo que si podrás, es reducirlas. Primero, mantener relajado al felino en un ambiente agradable, donde tenga siempre acceso a agua fresca. Puedes darle un poco de malta o hierba para gatos, e incluir en su dieta alimentos que sean fácil de tragar y de digerir. Si tiene problemas digestivos y para restaurar la capacidad de su estómago puedes darle leche, caldo de pollo u otras sopas ligeras, estos además de nutritivos, ayudarán al estomago a recuperar su fuerza natural.
Acicalar y cepillar a tu gato constantemente colaborará a que no trague la misma cantidad de pelo y de esta forma, tragará menos pelo, no se le formarán grandes bolas y escupirlas se le hará más sencillo. Si tienes un cachorro, retira de su espacio, todos los objetos que sean pequeños, así evitarás que pueda asfixiarse con ellos.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Por qué mi gato tiene arcadas?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Otros problemas de salud.
Arcadas sin vomitos
Hola mi gata tiene arcadas y esta un poco apagada también trajimos un gatito hace un mes y ahora le vuelve a bufar y no se si sera sólo por celos o algo mas grave.
Es posible que las arcadas sean causadas en el intento de expulsar bolas de pelos, aunque no se deben descartar otras causas. Si lo hace de forma repetida, acude a tu veterinario para que la examine. Cuando se introducen nuevos animales en casa, la presentación debe hacerse de forma paulatina para que se acepten.